viernes 22 noviembre 2024
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De la confrontación a la diplomacia: Biden enfrenta a Rusia y negocia con Xi Jinping

En un movimiento de alto riesgo geopolítico, el presidente estadounidense Joe Biden ha reforzado su postura frente a Rusia al abordar abiertamente temas sensibles con China, rompiendo un patrón tradicional de evitar confrontaciones simultáneas con ambos países. Este cambio ocurre en un contexto de escalada en la guerra en Ucrania y con la relación entre Washington y Pekín en un delicado balance.


Estrategia doble: el desafío a Rusia y el acuerdo con China
En los últimos días, Biden intensificó el apoyo militar a Ucrania, cruzando lo que Moscú considera una “línea roja” al “aprobar” y haber enviado sistemas avanzados de armamento que incluyen misiles de largo alcance ATACMS. Esta decisión responde al estancamiento en los avances de Kiev, pero podría provocar una reacción rusa que escale el conflicto. Como respuesta Rusia ha decidido actualizar su doctrina nuclear mediante un decreto firmado por el presidente Vladimir Putin el 19 de noviembre de 2024. (HorizontePolítico).
Simultáneamente, Biden consolidó un canal diplomático con China. Durante las reuniones de la cumbre de APEC celebradas el pasado fin de semana, logró un acuerdo preliminar con su homólogo Xi Jinping. Este pacto busca estabilizar la relación bilateral, abordando temas sensibles como la inteligencia artificial, la comunicación militar y cuestiones geopolíticas clave, incluyendo el papel de China en la guerra en Ucrania y su relación con Rusia.

El presidente Joe Biden enfatizó la importancia de evitar malentendidos y de que la competencia entre Estados Unidos y China no derive en conflictos. Subrayó la responsabilidad compartida de ambas naciones hacia sus pueblos y el mundo, destacando que su relación es la más significativa a nivel global. Biden resaltó que no se puede permitir que la competencia conduzca a conflictos y reconoció los avances logrados en las relaciones bilaterales durante los últimos cuatro años.

En su reunión con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, el presidente Xi Jinping destacó la importancia de reflexionar sobre las experiencias de los últimos cuatro años y extraer enseñanzas de ellas. A continuación, se detallan los puntos clave que Xi presentó:

  1. Percepción estratégica correcta: Xi enfatizó que la “Trampa de Tucídides” no es una inevitabilidad histórica. Subrayó que no se debe iniciar una nueva Guerra Fría, ya que no puede ganarse. Además, consideró que contener a China es una estrategia imprudente, inaceptable y destinada al fracaso.
  2. Coherencia entre palabras y acciones: Resaltó que la credibilidad es fundamental. China siempre ha cumplido sus compromisos. Advirtió que si Estados Unidos dice una cosa pero hace otra, perjudicará su propia imagen y socavará la confianza entre ambos países.
  3. Trato de igualdad: Como dos grandes potencias, ni China ni Estados Unidos deberían intentar remodelar al otro según su propia voluntad, suprimir al otro desde una “posición de fuerza” o privar al otro de su legítimo derecho al desarrollo para mantener su estatus dominante.
  4. Respeto a las líneas rojas y principios fundamentales: Reconoció que las contradicciones y diferencias entre dos grandes países son inevitables. Sin embargo, una parte no debe socavar los intereses fundamentales de la otra, y mucho menos buscar conflicto o confrontación. El principio de una sola China y los tres comunicados conjuntos entre China y Estados Unidos son la base política de las relaciones bilaterales y deben respetarse en todo momento. Las cuestiones de Taiwán, democracia y derechos humanos, el camino y sistema de China, y su derecho al desarrollo son cuatro líneas rojas para China que no deben desafiarse.
  5. Diálogo y cooperación ampliados: En las circunstancias actuales, los intereses comunes entre China y Estados Unidos están creciendo. Su cooperación es crucial no solo en economía, comercio, agricultura, lucha contra el narcotráfico, aplicación de la ley y salud pública, sino también para abordar desafíos globales como el cambio climático y la inteligencia artificial, así como para tratar cuestiones internacionales candentes. Ambas partes deberían ampliar la lista de áreas de cooperación para lograr resultados beneficiosos para ambos.
  6. Responder a las expectativas de los pueblos: Las relaciones entre China y Estados Unidos deben siempre promover el bienestar de sus pueblos y acercarlos. Para facilitar los intercambios personales y culturales, ambas partes necesitan construir puentes, eliminar distracciones y obstáculos, y abstenerse de acciones que enfríen las relaciones.
  7. Asumir responsabilidades como grandes potencias: China y Estados Unidos deben tener siempre en mente el futuro de la humanidad y sus responsabilidades por la paz mundial, proporcionando bienes públicos al mundo y actuando de manera que favorezca la unidad global. Esto incluye llevar a cabo interacciones constructivas, abstenerse de la erosión mutua y no coaccionar a otros países para que tomen partido.

Estos puntos fueron compartidos por Hua Chunying, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, a través de su cuenta oficial de X (anteriormente Twitter), @SpokespersonCHN, el 16 de noviembre de 2024.


Las cuatro líneas rojas de China a EEUU y Trump.

Por su parte, Xi Jinping delineó claramente las “líneas rojas” que China considera fundamentales en su relación con Estados Unidos en el futuro, de lo anterior podemos extraer cuatro puntos muy claros y definitorios:

  1. Evitar cualquier movimiento que socave el control del Partido Comunista Chino: Xi enfatizó que cualquier intento de debilitar la autoridad del partido es inaceptable para China.
  2. No impulsar la nación hacia la democracia: Subrayó que China rechaza cualquier presión externa para cambiar su sistema político actual. China avanza desde sus propias dimensiones a una democracia; pero no es una democracia bajo un esquema no occidental.
  3. No contener su ascenso económico: Xi insistió en que Estados Unidos debe abstenerse de acciones que limiten el crecimiento y desarrollo económico de China.
  4. No alentar la independencia de Taiwán: Reiteró que Taiwán es una parte inalienable de China y que cualquier apoyo a su independencia es una línea roja que no debe cruzarse.

Un ejemplo significativo de la sensibilidad de China respecto a la cuestión de Taiwán fue la visita de Nancy Pelosi, presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, a la isla en agosto de 2022. Pelosi se convirtió en la funcionaria estadounidense de más alto rango en visitar Taiwán en 25 años, reafirmando el compromiso de Estados Unidos con la democracia taiwanesa. China consideró esta visita como una provocación y una violación de su política de “una sola China”, respondiendo con ejercicios militares de desembarco alrededor de Taiwán, lo que incrementó las tensiones en la región (Deutsche Welle).


Reacciones internacionales

  1. Rusia:
    El Kremlin calificó el envío de armas como “una provocación directa” y advirtió sobre posibles represalias que podrían incluir ataques cibernéticos o medidas asimétricas en otras regiones estratégicas.
  2. China:
    La respuesta oficial de Pekín ha sido prudente, calificando las reuniones como “fructíferas” y reafirmando su compromiso con el diálogo. Sin embargo, algunos analistas sugieren que China busca utilizar este acercamiento para aliviar las restricciones económicas impuestas por EE. UU.
  3. Europa:
    Los aliados europeos han expresado apoyo a la estrategia de Biden, pero temen quedar atrapados entre las tensiones de estas potencias.

Análisis: ¿es sostenible esta estrategia de dos frentes?
La historia reciente muestra que los intentos de Washington de enfrentar simultáneamente a Rusia y China con frecuencia sobrecargan sus capacidades diplomáticas y militares. Sin embargo, Biden parece apostar por una táctica diferenciada: endurecer la postura contra Moscú mientras busca cooperar en puntos críticos con Pekín.
La efectividad de esta estrategia dependerá en gran medida de la capacidad de Biden para mantener el apoyo interno en medio de un largo final para su administración y de la reacción de los actores internacionales, particularmente si Xi Jinping percibe las concesiones de EE. UU. como una señal de debilidad.


Fuentes:

  1. Horizonte Político. (2024, noviembre 19). Rusia actualiza doctrina nuclear en respuesta a misiles de largo alcance y tensión global. Recuperado de https://horizontepolitico.mx/2024/rusia-actualiza-doctrina-nuclear-respuesta-a-misiles-de-largo-alcance-y-tension-global/
  2. Deutsche Welle. (2024). ¿Por qué Nancy Pelosi fue a Taiwán? Las claves de por qué China está enfadada. Recuperado de https://www.dw.com/es/por-qu%C3%A9-nancy-pelosi-fue-a-taiw%C3%A1n-las-claves-de-por-qu%C3%A9-china-est%C3%A1-enfadada/a-62701209
  3. Hua, C. [@SpokespersonCHN]. (2024, noviembre 15). In his meeting with U.S. President Joe Biden, President Xi underscored that it is worthwhile to review the experiences of the past four years and draw inspirations from them. [Tweet]. X. https://twitter.com/SpokespersonCHN/status/1857938149793776082
  4. Foto de portada: Hua, C. Retomada de https://twitter.com/SpokespersonCHN

Notas:

La “Trampa de Tucídides” es un concepto en relaciones internacionales que describe la tendencia hacia el conflicto cuando una potencia emergente amenaza con desplazar a una potencia dominante. El término se origina en la observación del historiador griego Tucídides sobre la Guerra del Peloponeso, donde el ascenso de Atenas generó temor en Esparta, lo que hizo que la guerra fuera inevitable. (Wikipedia).

En el contexto de las relaciones entre Estados Unidos y China, este concepto se utiliza para analizar la dinámica entre una potencia establecida (Estados Unidos) y una en ascenso (China). La preocupación radica en que la competencia estratégica y económica entre ambas naciones pueda conducir a un conflicto abierto, repitiendo patrones históricos donde el temor y la desconfianza mutua desencadenaron guerras (El Orden Mundial).

Sin embargo, es importante destacar que la “Trampa de Tucídides” no implica que el conflicto sea inevitable. Reconociendo este riesgo, líderes como el presidente Xi Jinping han enfatizado la necesidad de evitar malentendidos y gestionar la competencia de manera que no conduzca a conflictos, subrayando la responsabilidad compartida de mantener la paz y la estabilidad global (El Orden Mundial).

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