Expertos en economía y finanzas alertan sobre la posibilidad de que el peso mexicano se deprecie a 20.50 por dólar si Donald Trump gana las elecciones presidenciales de Estados Unidos el próximo 5 de noviembre. Esta perspectiva se basa en las políticas proteccionistas y agresivas que Trump podría retomar en materia comercial y migratoria, lo que generaría incertidumbre en los mercados y presión sobre el tipo de cambio.
Opinión de los expertos
Según los analistas, el riesgo más inmediato radica en el aumento de aranceles y la amenaza al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Durante su primer mandato, Trump se enfocó en renegociar el acuerdo y, de ganar nuevamente, podría llevar sus políticas al extremo, generando una fuga de capitales y afectando las exportaciones mexicanas. Esta combinación de factores, afirman los expertos, podría desestabilizar el peso mexicano y aumentar la volatilidad en los mercados.
Según los expertos citados por el artículo del diario El Financiero 24 de octubre, si Trump retoma su política comercial proteccionista, el Producto Interno Bruto (PIB) de México podría reducirse en hasta un 2% para el 2026. Además, proyectan que la Inversión Extranjera Directa (IED), una fuente clave de inversión para el país, se estancaría en niveles por debajo de 30 mil millones de dólares, afectando gravemente el crecimiento económico.
El eje de las preocupaciones radica en los aranceles que Trump podría reimponer, no solo hacia China, sino también hacia México, lo cual afectaría gravemente las exportaciones mexicanas. Esto no solo desincentivaría las inversiones en sectores clave como la manufactura y la automotriz, sino que también pondría en riesgo la estabilidad del T-MEC.
El artículo también menciona la gran volatilidad del peso que se espera en noviembre, especialmente si se confirman los resultados de una victoria de Trump, donde la moneda podría caer a 20.50 por dólar, en contraste con una posible apreciación si la candidata demócrata Kamala Harris ganara las elecciones
Comparativa: la política de Trump como una olla de presión
Sin embargo, esta visión dominante de los analistas tiene sus detractores. Un enfoque alternativo sugiere que Estados Unidos no tiene la capacidad de aislarse completamente de sus socios comerciales. La interdependencia económica con países como México, sumada a la creciente dependencia de la fuerza laboral migrante, plantea una dinámica más compleja de lo que los expertos señalan. Este argumento sostiene que la economía estadounidense, lejos de fortalecerse con medidas proteccionistas, se enfrentaría a una inflación interna si Trump implementa políticas de restricción comercial y migratoria.
Uno de los mayores éxitos del Diálogo CEO del 16 de octubre fue reafirmar el compromiso de México con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC). La presidenta Sheinbaum subrayó que México no compite con sus socios comerciales, sino que se complementa. Esta postura ha sido bien recibida por los socios comerciales de la región, lo que refuerza la confianza en que el comercio bilateral seguirá siendo un motor para el crecimiento regional.
Si comparamos la política de Trump con una olla de presión, los aranceles y restricciones migratorias serían el cierre de la tapa, mientras que el incremento en costos internos —por tener que pagar salarios en dólares a trabajadores estadounidenses en condiciones más reguladas— sería el calor que aumenta la presión dentro de esa olla. Estados Unidos, bajo políticas de restricción migratoria, vería un aumento de la inflación debido a varios factores:
- Costos laborales más altos: Con menos migrantes para cubrir puestos de trabajo en sectores clave (como la construcción y la agricultura), las empresas estadounidenses tendrían que aumentar los salarios para atraer trabajadores locales. Estos salarios más altos se trasladarían a los precios finales de bienes y servicios.
- Impacto en la inflación: De acuerdo con datos del Bureau of Labor Statistics, un aumento en el costo de la mano de obra podría incrementar la inflación a niveles difíciles de controlar, especialmente en sectores dependientes de trabajadores migrantes. A largo plazo, esto podría generar una presión inflacionaria que Estados Unidos no podría manejar sin afectar el poder adquisitivo interno
- Aumento en precios de bienes: Sin la mano de obra migrante y con un sistema económico más cerrado, Estados Unidos enfrentaría un aumento en el precio de productos tanto nacionales como importados, ya que las empresas tendrían que ajustar los precios para compensar los mayores costos operativos y laborales.
Contrapunto: La dependencia económica de EE.UU.
Este análisis sugiere que Estados Unidos no podría soportar a largo plazo una política proteccionista estricta sin enfrentar consecuencias económicas graves. México es un socio crucial, no solo por ser uno de sus principales exportadores, sino también por su rol en el suministro de mano de obra barata y la interconexión de cadenas de suministro. Además, los sectores más vulnerables de la economía estadounidense —como la agricultura y el turismo— dependen significativamente de la presencia de trabajadores migrantes, lo que reduce la efectividad de una política de “cierre de fronteras”.
Finalmente, si se aplican estas políticas proteccionistas en Estados Unidos, los expertos alternativos predicen que la inflación interna podría sobrepasar el 4% en 2025, afectando duramente a las clases trabajadoras. En lugar de reducir costos, el país se enfrentaría a un encarecimiento de la vida, que pondría en duda los beneficios de una política proteccionista a largo plazo.
Fuentes:
- El Universal. (2024, octubre). Advierten expertos riesgos para México si Trump gana en EE.UU.
- Bureau of Labor Statistics. (2023). U.S. Labor and Economic Data on Immigration Impact.
- Bloomberg.